Buena tarde, a continuación publicare una historia de como el destino y un golpe de suerte te pueden llevar a un objetivo ! Y trata del dia en que se llevo a cabo el fichaje más caro en la historia del Barça, lo leí a principios de este mes en un diario catalan y es un detalle bastante importante de como se le ocurrio en ese momento al vicepresidente Rafa Yuste del Barça y el destino y la suerte coinsidieran para que se pudiera llevar a cabo.
Un fichaje de esta magnitud cuenta con miles de anécdotas y situaciones y despues de dos años de platicas y negociaciones entre Laporta y Massimo Moratti, y un muy buen entendimiento entre los dos se pudo concretar todo.
Moratti viajo de incógnito a Barcelona el 4 de junio. Los medios de comunicación lo ‘cazaron’ en Via Venetto y en el hotel Majestic. En esa cena fue la primera vez que se puso sobre la mesa, de forma oficial, el trueque Ibra-Eto’o. El Inter quería al camerunés más 60 millones de euros, una cifra que Laporta consideró desorbitada. Se abrieron las vías para fichar a Maxwell y la cesión de Hleb.
Mientras tanto Pep Guardiola ya le había dado la lista de sus prioridades al FC Barcelona. Su sueño era Ibrahimovic. Si no podía ser se conformaba con Villa o Forlán, pero a Samuel Eto’o no lo quería en la plantilla. Pasaba el tiempo y el nueve no llegaba.
Un día antes de que Laporta, Txiki, Sanllehí y el vicepresidente Rafael Yuste viajaran en avión privado a Donetsk para contratar va Chygrynskiy (el 15 de julio), Pep mantuvo una larga y contundente conversación con Txiki. Le pidió que el club se pusiera las pilas, que fichara lo que él necesitaba porque faltaban pocos días para empezar el stage.
Dos días antes de esa conversación, en Madrid se habían reunido el dueño del Valencia, Manuel Llorente, con Txiki, Sanllehí y Yuste. La oferta por David Villa era de 40 millones de euros y el mandatario ché se subió a la parra pidiendo 50. La contratación del internacional español se estaba convirtiendo en un culebrón.
El devenir de esta historia dio un giro radical cuando Laporta, Txiki, Sanllehí y Yuste regresaban en avión privado de Ucrania, de ver al presidente del Shakhtar Donetsk. El estado de ánimo no era muy bueno. Por Chygrynskiy pedían más de 30 millones de euros, por Villa 50… El avión estaba sobrevolando Atenas cuando el vicepresidente Rafa Yuste, a priori el más tímido de todos, le planteó a los presentes: “Oye, y por qué no paramos en Milán y convencemos a Moratti para que nos traspase a Ibrahimovic. Venga, va, vamos a por él”. Laporta dio un brinco de su asiento y le dijo al piloto de la nave si podía cambiar el rumbo establecido. Estuvo de suerte, ese jueves es el único día de la semana que los jets privados pueden aterrizar en Malpensa. Una vez confirmado que se podía, Laporta llamó a Massimo Moratti. Otro golpe de suerte. El presidente del Inter se encontraba en la ciudad, en la casa de su madre, un piso antiguo que Moratti usaba a menudo como segunda residencia. El presidente del Inter le enviaba a Laporta dos coches. Después, el mandatario azulgrana llamó a Samuel Eto’o. Le pidió permiso para negociar con el Inter. Le prometió que le pagarían un mínimo de 9 millones de euros por temporada y le convenció de que esa era la mejor solución para todos. El iba a un equipo campeón, jugaría la Champions y el Barça tendría el camino libre para fichar al deseado ‘9’.
Por el camino a casa de Moratti, Laporta supo que en la cena estaría Marco Branca, el director deportivo del Inter, una persona que podía poner en peligro la operación porque era él quien siempre se oponía a la venta de Ibrahimovic. Laporta, al entrar en la casa de Moratti, le dijo a éste que primero quería mantener con él una convesación privada. Todos los comensales se quedaron en el comedor esperando a Moratti y a Laporta. ¿Qué ocurrió? El presidente del Barça le dijo a su homólogo que ellos dos, y sólo ellos dos, tenían que alcanzar un pacto. Moratti pidió 50 millones más Eto’o. Laporta le dijo que era mucho, que bajara. Tras un tira y afloja se pactaron 46 millones, más Eto’o y la cesión de Hleb. Se dieron la mano y sellaron el acuerdo. Cuando entraron en la estancia para cenar, Laporta les dijo a los presentes: “Señores, Ibrahimovic jugará en el Barça. Acabamos de cerrar el acuerdo”. Todos se quedaron sorprendidos.
El resto de la historia ya la conocen... hasta pronto !
No hay comentarios:
Publicar un comentario